La 1° Carta de un Padre

El momento más felíz...
Y sí, ahora puedo decir que el momento más felíz de la vida, es tener un hijo. El momento del nacimiento, único e irrepetible, porque se nace una vez y hay que estar ahí para vivirlo, para sentirlo. Ver nacer a tu hijo, a tu hija, no tiene palabras. No se los puedo describir sobre un trozo de papel o en un Blog. Escuchar ese primer llanto es algo tan hermoso, como que el Obstetra te diga:"Está todo bien, es una gorda divina"...
En realidad, todo había comenzado nueve meses atrás, y durante ese corto y largo período, un montón de vivencias que tampoco se van a olvidar. Nunca tuve tanto miedo, nunca estuve tan nervioso y ansioso. Se mezcla todo. Alegrías, angustias, recuerdos, preocupaciones. Pero lo loco o lo lindo es, que todos esos sentimientos se olvidan cuando escuchás ese primer llanto. No te importa "nada", te olvidás de "todo". Y mientras la emoción y la alegría que sentís las exteriorizás con lágrimas en tus ojos, no pensás en ningún problema familiar, o de guita, o de laburo. Deja de dolerte la rodilla y no te sentís mal... Ellas están bien!!! Listo, el primer momento más felíz de la vida había concluido, o mejor dicho, estaba comenzando...
Los casi cuatro días en la Clínica ya son parte del recuerdo, así como esas largas noches deambulando por los fríos pasillos del Sanatorio, esperando que mi mujer se reponga lo antes posible de la intervención quirúrgica y que mi hija saliera de Neonatología, por esa tan común bilirrubina. Muchos nervios, muchos miedos, demasiado cansancio. Pero la lenta y rápida mejoría de ambas, lo ponen bien a uno, le dan ganas de todo. Créanme que el alta médica de ellas es otro momento único e irrepetible.
Ya en casa, recién ahí comienza este nuevo y hermoso desafío de la paternidad.
Sé que no va a ser fácil. Sé que tal vez no pueda disfrutar de algunas cositas que antes sí. Pero también sé que voy a disfrutar de mi hija y su día a día. De una mirada, de un bostezo, de una sonrisa, una palabra, un beso. Disfrutar de un momento único también, como cuando le acerqué mi dedo índice, y ella me lo agarró bien fuerte con su manito, como diciendo tantas cosas... Ahí entendí que ella me necesitaba tanto como yo.
El 22 de Septiembre... ahora tengo dos motivos para recordar esa fecha...
Gente, simplemente quería compartir estas líneas tratando de expresar la alegría más grande en la vida de un ser humano. Porque ya he plantado un árbol, no escribí ningún libro (todavía), pero sí algunas notas, comentarios y crónicas, que podrían serlo. Tener un hijo, dar vida, es... todo. No tiene palabras.
No sé realmente qué quiero decir con todo esto. Creo que tan sólo quería compartirlo con ustedes y contarles por escrito que soy felíz con la familia que me tocó, con los amigos que elegí, con la mujer que encontré y con la hija que me dio Dios.
Ya pasaron dos largos y cortos años (y vamos por más). Y hoy, es su segundo cumpleañitos.
Simplemente gracias por estar a mi lado y compartir lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, siempre. Gracias por "aguantarme"... Por sus demostraciones de cariño, por sus llamados, mails y comentarios en este Blog. Gracias por su amor.
Para todos ustedes, mi vieja, Mati, JMT, T y R, un fuerte abrazo de corazón.
A.C.B.