Cosas para contar...

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30.10.06

Su Majestad, "El Diego"...

Siglo XXI, y un fútbol violento, friccionado, sin espacios, rápido y cada vez más físico, en el que sólo el triunfo importa y hay que conseguirlo a cualquier precio...
"El Diego" (como él quiere que lo llamen) durante más de veinte largos años abrió el baúl de los recuerdos para componer un himno a la alegría, un himno al corazón.
Desparramó talento en cada intervención de cada partido. Su magia, su habilidad, su precisión y su fuerza de voluntad dentro de un campo de juego, no se pueden describir sobre un trozo de papel o en un Blog. Había que verlo y disfrutarlo. 359 goles y miles de pases milimétricos. ¿Qué más se puede decir?
Sólo él, Diego Armando Maradona, pudo confirmar que la habilidad no muere. Porque nunca pudimos dejar de asombrarnos de todo lo que él nos dio de manera incondicional. Cuántos se hubieran borrado con el tobillo a la miseria, como él lo tenía en el ´90.
En momentos muy duros, en los que Boca (su Boca) naufragaba a la deriva, sin rumbo, el Capitán se puso la tripulación al hombro, cargó con ellos y los guió con sus 35 goles (en las tres etapas que estuvo), hasta que finalmente en el día de su cumpleaños N° 37 (el 30 de Octubre de 1997), se retiró del fútbol profesional.
Así como también lo hizo desde los Cebollitas, o en Argentinos Jrs., el club que lo vio "nacer" allá en el ´76 y en el que "sólo" convirtió 116 goles! O en el Nápoli, donde les dio cuatro copas, cuatro vueltas en siete temporadas (y 115 goles!). Y por supuesto en nuestra Selección Nacional, donde sólo él pudo regalarnos el Mundial del ´86, la final del ´90 o el Mundial Juvenil del ´79.
Quién puede olvidarse del gol a los ingleses en México, o a Grecia en Estados Unidos ´94, o a Bélgica, o a Italia tanto en el ´86 como cuatro años más tarde y en su propia casa. Esa daga clavada en el corazón italiano fue casi imperdonable. Y la mano de D10S? Já! Quién se puede olvidar de sus pases al "Cani" contra Brasil y Nigeria, y al "Burru" en la final contra Alemania. Ellos? Ellos seguro que no.
En fin, esta historia comenzó en Villa fiorito, un 30 de Octubre de 1960. A los 15 años ya había debutado en Primera. En el Mundial del ´78 no fue convocado por Menotti. La grave fractura del tobillo en el Barcelona. La suspensión en Italia. El departamento de Caballito. El rifle de aire comprimido en alguna quinta porteña. Las peleas con la FIFA. El antidoping en el Mundial de Estados Unidos. Los cinco penales errados consecutivos en Boca. Su vida extravagante, sus problemas extradeportivos, su relación con Cóppola, las críticas, los juicios... Pero el mejor de todos los tiempos pudo más, y en su partido homenaje en la Bombonera (el 10 de Noviembre de 2001), con el mundo paralizado de la emoción, viéndolo y escuchándolo, dijo: "la pelota no se mancha". ¿Hay que agregarle algo más?
Para los que amamos el fútbol, él fue el regalo más grande. Simplemente fue el mejor. Y por más de veinte años, el gran mago, el "10" siempre volvió cuando lo necesitábamos, y con su gran amiga y compañera de toda la vida, la pelota, para regalarnos una sonrisa..., una lágrima...
A.C.B.
Destacado:
Como gritó alguna vez el cantante cuartetero Rodrigo en ese tema que te pone la piel de "gallina"... "Te quieeero Dieeegooo!"
Y es así, pensar, que todavía acá, en su propio país, hay algunos ciegos que no separan al futbolista que fue, de la persona. Y dentro de un campo de juego, no habrá otro con su potrero, con su garra, su amor propio, su habilidad, su velocidad mental, su precisión y su pegada. No habrá otro como él.
Gracias "10"!!!
A.C.B.

3 Comments:

At 12:27 p. m., Anonymous Anónimo said...

Nico: Que puedo decir del mejor jugador del futbol del mundo de todos los tiempos. Aparte de todo lo que comento A.C.B., voy agregar algunas cositas mas, como haber llenado una cancha el dia de su presentacion en el Napoli"que fenomeno nadie logro eso".
Yo agradezco haber nacido para verlo y poder contar de viejo todo lo que me hizo sentir como hincha del futbol. A me olvidaba de Pele que jugaba con monstruos al lado de El. Maradona jugaba con jugadores que si bien eran buenos, no eran de la dimension de Didi, Baba, Garrincha. No hace falta comparar la calidad con la fuerza, el futbol bonito esta vez a los Brazucas se lo gano MARADONA. Te quiero DIEGO!!! Gracias x el futbol, por tus caños, por la lengua afuera a la hora de encarar o pegarle al arco, gracias Dios por darnos un hermano tuyo y que haya sido ARGENTINO!!!

 
At 7:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

YO creo que no hay palabras para con el Diego. Pero leí esta carta que me emociona y me hace llorar como si hubiera perdido un ser querido. Es una carta cuando el 10 estaba internado. Se las dejo para que se emocionen un poco...
Al Zacarías lo vi llorar tres veces en la vida. Cuando le dijeron que el Nacho era un varoncito, cuando le metiste el segundo a los ingleses, y cuando te echaron del mundial '94. Así que date cuenta: gracias a vos descubrí que mi marido tenía sangre en las venas. Por eso si él reza, yo rezo. Y no me importa si otra vez hay que rezar por vos. En esta casa, cuando mi marido dice que hay que prender dos velas, se prenden dos velas y sanseacabó.

Vos no sos santo de mi devoción, ya te lo dije mil veces; siempre me caíste para el culo porque sos un fanfarrón y un bocasucia. El Zacarías me dice que si me gustara el fútbol sería otra cosa, que vos adentro de la cancha eras algo que no tenía nombre, una cosa de otro mundo, que en tus mejores épocas eras capaz de enloquecer las leyes de la física y bla bla bla. Pero por ese lado a mí nadie me compra. Yo soy una señora, no entiendo y no quiero entender de pelotas y pantaloncitos cortos.

En cambio hay otras cosas que sí entiendo. Y por esas cosas rezo estas noches, pero ojo: no es por vos. ¿Sabés por qué rezo? Porque hubo momentos en los que no tuvimos nada, pero lo que se dice nada, arriba de la mesa, y vos le dabas alegría a mi familia.

Alfonsín estaba haciendo estragos y gracias a Dios justo nos cayó del cielo un Mundial que ganaste de punta a punta. Para mí fue un invierno horrible, porque solamente podía poner buñuelos de acelga en el almuerzo y buñuelos de acelga en la cena. Pero si hoy le pregunto al Nacho o al Zacarías qué se acuerdan de ese invierno, ellos te nombran, se llenan la boca de vos, sonríen... No se acuerdan de otra cosa; no tienen la menor idea de que pasaron hambre.

Afuera, en la puerta de la clínica donde respirás por un tubito, está lleno de periodistas extranjeros sacándole fotos a un mundo de gente que prende velas y que se pasa la madrugada recitando el Rosario. A veces me da un poco de vergüenza que el resto del mundo crea que somos tan básicos, tan cabezones. Pero después me dan ganas de explicarle al mundo que nadie reza por el bocasucia, ni tampoco por el fanfarrón. Me dan ganas de explicarle al mundo que país es éste, qué pocas alegrías hemos tenido en los últimos veinte años, y que de esas pocas, casi todas vinieron con tu firma.

Con lo que nos cuesta ponernos de acuerdo en algo. Con lo que nos cuesta reírnos o llorar o gritar por lo mismo. Con lo que nos cuesta cantar "Argentina, Argentina" y al mismo tiempo sentir que el pecho se infla. Y hacer fuerza por lo mismo, y querer ser mejores, y patalear de rabia.

El día de la efedrina salí a la calle y, te lo juro por mis tres hijos, por primera vez en la vida vi a todo el mundo llorando. La gente iba en silencio por la calle, arrastrando los pies, y se le caían los mocos. Todo el país desinflado y mudo. ¡Qué raros que somos!, pensé, pero me sentí orgullosa de esta sangre que era mía, porque yo también lloraba y no sabía desde cuándo.

Si hasta el Caio, que nunca te vio levantar una Copa del Mundo, tiene unposter tuyo en su pieza y habla de vos como si te hubiera vivido. Si hasta el Nono te perdonó que mandaras a la puta que los parió a toda Italia en directo. Si incluso el Nacho, que odia el fútbol, sabe que vos sos mucho más que eso, y te defiende... ¿Cómo no voy a rezar para que te pongas bien?

Dentro de muchos años, los hijos de los hijos de la Sofi van a vivir en un país mucho mejor que el que tenemos ahora. Estoy segura. Y nadie se va a acordar que eras un fanfarrrón y un bocasucia. En los libros de lectura se va a decir de vos solamente lo importante, que acá una vez nació un negrito que jugaba a la pelota mejor que nadie, y que era capaz de levantar a un pueblo triste y volverlo loco de alegría, de hacerlo feliz, incluso en las épocas más negras. Para que no se muera ése, rezo.

Para que te cures, para que puedas descansar de todo el esfuerzo de habersido único y te quede tiempo para ser un tipo común. Para que puedas ver a tus nietos, abrazarlos, y contarles quién fuiste. Debe ser muy lindo llegar a viejo, mirar a un nieto a los ojos y decirle, con el corazón despierto:

"¿Sabés quién era yo? Yo era Diego Maradona". Y estar vivo para contarlo.

S.N.M.

 
At 1:00 p. m., Blogger A.C.B. said...

S.N.M.: Y lograste emocionarme. Gracias por estar ahí.

 

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